¿Cómo trabajo?

 

De entrada, lo primero que me gustaría explicarte sobre mi manera de trabajar por la promoción y la prevención de la salud, para que te hagas una idea, es que me gusta hacerlo a partir de una relación de experto a experto, es decir, de igual a igual. Y, quizás, te preguntes... '¿Qué significa esto? Porque yo quiero ir a un profesional experto que me atienda bien...' Bueno, pues, quisiera explicarte que, como profesional, llevo unos cuantos años formándome como Psicóloga y Psicoterapeuta para que mi actividad asistencial tenga como resultado una mejora de la calidad de vida y el estado de bienestar de las personas con las que trato. Así que, sí, es cierto, podríamos decir que yo sería la 'Experta en Psicología', la experta profesional. Sin embargo, resulta que tú eres el 'Experto en tu vida'. Tú, mejor que nadie, aunque a veces no te lo parezca o te sientas perdido, eres quien mejor conoce tu historia, tus emociones, tus pensamientos, lo que te preocupa, lo que te alegra, lo que te asusta, lo que te ilusiona, lo que te inquieta... 

 

Por eso, te propongo lo siguiente: Ayúdame a ayudarte, ya que será desde la colaboración, la cooperación, la confianza, la empatía, la escucha activa y la aceptación incondicional (o sea, sin juicios de valor), que construiremos tu bienestar.

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De esta manera, tal y como yo lo entiendo, lo único que puede pasar es que surja un proceso psicoterapéutico hecho a medida, es decir, que se adapte a tus necesidades. Creo que el cambio es posible solo si aquello que queremos cambiar no representa una tarea pesada que "deberíamos" hacer por nuestro bien, sino que incluso pueda ser algo que nos divierta y todo, algo con lo que nos sintamos coherentes y cómodos. 

 

Debo decirte, también, que no creo en la magia. Creo en las personas. En ti y en mí. Desde pequeños, nos han enseñado que las varitas mágicas hacen milagros... pero ¿qué clase de milagros? Un milagro de cuento es algo efímero e instantáneo. Un cambio personal es mucho más que eso, es algo más estable para lo que hace falta trabajar y dedicarse.

 

Entonces, pienso que, combinar tus recursos (que los tienes, ¡te lo aseguro!) con los míos y trabajar juntos es la mejor manera de transformar el malestar en bienestar.

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¿De qué modelos parto?

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El trabajo que hago con cada uno de mis clientes y las técnicas que suelo utilizar para atender las demandas que se plantean en consulta parte de los siguientes modelos epistemológicos:

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• El modelo constructivista

• El modelo sistémico

• El modelo narrativo

• La terapia Cognitivo-Conductual (TCC)

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La integración, pues, es lo que definiría y guiaría todo lo que practico. Pero, ¡ojo! Con eso no quiero decir que haga un caldo con muchos ingredientes seleccionados al azar, sino que cada proceso terapéutico será un traje hecho a medida en cada caso, ya que un mismo problemas puede crear distintas necesidades y cada persona es única e irrepetible. ​

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Dicho esto... ¿cómo lo haremos?

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Algunas ideas... 

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• Gestión de las emociones: Construiremos tu propia brújula. Una brújula que tenga por puntos cardinales tus emociones, porque todas ellas tienen voz, siempre intentan decirnos algo para guiarnos y orientarnos. Lo que ocurre es que para entender su mensaje nos hace falta aprender su lenguaje. 
   

• Será un proceso hecho a medida: El eje central que nos guiará será el mantenimiento de tu coherencia (ni la mía ni la del otro, la tuya). Conectaremos los que piensas, lo que sientes y lo que haces. 

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• Empowerment: Desenterraremos todo aquello que ya tienes y pensabas que te faltaba. Descubriremos tu esencia y desarrollaremos una voz amable que te nutra.

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• Valoraremos las creencias: Haremos experimentos, porque creo que es tan importante saber lo que funciona, ¡como lo que no! ya que todo forma parte de la misma brújula.

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Y el resto... ¡Ya lo iremos viendo! Porque, como te decía, no tengo recetas mágicas. Lo que sí tengo, en cambio, es ilusión, capacidad de escucha, valor y convicción.