¿Qué es la psicoterapia?

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En palabras de Carl Rogers (1972), la psicoterapia es un proceso a través del cual se da un cambio en la manera de experimentar y de sentir del cliente. Rogers también decía que un proceso terapéutico conllevaba hacer un paso de la incoherencia a la coherencia. Yo, además, añadiría el siguiente matiz. Cuando empezamos a hacernos preguntas sobre nuestro malestar y damos el paso de pedir ayuda, sea a quién sea, a menudo es porque buscamos respuestas, porque no entendemos algo. Por eso, me gusta plantear la psicoterapia como algo que ayuda y facilita la comprensión, al mismo tiempo que favorece la compasión y la aceptación de uno mismo.

 

A veces, podremos responder las preguntas que nos hacemos, otras las tendremos que cambiar o formular diferente y otras veces, debo decirte, que comprenderemos que no hace falta que todas las preguntas tengan respuesta.

 

La psicoterapia también ayuda a que la relación que mantiene la persona con sus problemas cambie. Digo, la relación, porque de problemas, contradicciones, discrepancias, dificultades... puede que tengamos toda la vida. Sin embargo, la manera de hablar, explicar y resolver los conflictos, seguro que puede ser diferente.

 

Suelo imaginarme nuestro mundo interior como si fuera un jarrón. Un jarrón que, debido a esas dificultades, circunstancias o problemas de las que te hablaba, a veces, se nos puede romper en mil pedazos. Por eso creo que la psicoterapia, entre otras cosas, de lo que trata es de recomponer ese jarrón hecho añicos embelleciendo todas las grietas que se forman al reconstruirlo. No creo que taparlas u ocultarlas sea una buena opción, ya que esas grietas que se ven en el jarrón reconstruido son tu singularidad, tu fuerza, son tú. 

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Este sería un pequeño resumen de lo que yo entiendo por psicoterapia, pero, en realidad, es mucho más que todo eso. ¿Descubrimos qué es para ti? 

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¿Cómo puedo saber si necesito este tipo de ayuda?

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Es fácil que, a la hora de buscar a alguien al que confiarle nuestras cosas más íntimas y personales para poder trabajar con ellas, por un lado, nos de tranquilidad saber qué títulos y formación tiene, pero, por el otro, eso no nos ayude a entender si puede ofrecernos lo que buscamos.

 

Toda esa información que describe la experiencia de un profesional (consulta la mía en el apartado 'Sobre mí') puede estar bien conocerla, pero, a la vez, resultar demasiado técnica y no ayudarnos a clarificar de qué manera ese profesional nos puede ayudar. 

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Por eso, a modo de ejemplo, a continuación, te planteo una serie de situaciones con las que suelo trabajar que espero que te ayuden a identificar qué necesitas:

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• Crisis existenciales al pasar de un ciclo vital a otro: si sientes que todo lo que habías construido hasta ahora se derrumba por pasar de una etapa a otra, no te sientes cómodo con tanto cambio o te preocupa mucho ver que ahora no puedes hacer lo mismo que hacías antes o mantener el mismo ritmo y estilo de vida, este es el lugar para que lo puedas trabajar. 

• Han sucedido algunos cambios externos que me provocan malestar: a veces, suceden cosas en nuestra vida que hacen tambalear todo lo que tenemos (un despido o una situación laboral complicada de gestionar, una separación o divorcio, la detección o padecimiento de una enfermedad orgánica, dificultades con los estudios o formación, etc.). 

• Veo que estoy estancado, tengo problemas de autoestima o me resulta difícil manejar mis emociones: quizás, lo que suceda es que necesites hacer un breve trabajo de crecimiento o desarrollo personal para aprender cosas nuevas de ti y de tus emociones. 

• Te hueles que algo no anda bien porque te sientes más decaído, enfadado o preocupado de lo normal: puede que estés pasando por una época en la que la tristeza te invada, la rabia te descontrole o la angustia te paralice. Si es así, ¡podemos ponerle solución!

• He perdido algo o a alguien importante para mí: puede que un ser querido, una persona que conocías o algo que formaba parte de ti (puede ser material o no, una vivienda, una actitud, etc.) ya no esté contigo. Quizás, atravieses un proceso de duelo que te resulta difícil de sobrellevar.  

• Yo y la comida tenemos una relación complicada: podría suceder que tú relación con la comida no sea muy buena, no te cae demasiado bien y por eso la alejas de tu vida o, por el contrario, la adoras y ves que siempre recurres a ella para gestionar algunas cosas para las que ella no tiene una solución de verdad, que no sea inmediata. 

• No estoy bien con mi pareja: si te da la sensación de que os resulta un problema ver las cosas de forma muy distinta, no os entendéis, no paráis de discutir, no os gusta haber caído en una rutina o queréis aprender a ser un buen equipo para hacer frente a algo que os depara el futuro próximo, este puede ser un buen sitio para trabajarlo.

• Tengo dificultades para relacionarme socialmente: si crees que eres de una manera que te impide o dificulta relacionarte, que no encajas o que los demás te lo ponen complicado, podríamos atender esto que te preocupa.

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Si aún así ves que tu situación no se parece a ninguna de éstas (que puede ser, ya que son solo algunos ejemplos), échale un vistazo a lo que comento en Facebook o Instagram.